domingo, 6 de marzo de 2016

Territorio interior.



"Planeta padre"


La percepción que se tiene del mundo depende de la distancia desde la que se observa.


"Planeta madre"


Este proyecto se asienta en la complejidad de percepción que se consigue al alterar la escala de ciertos elementos. Esta falta de referencias escalares está unida a un interés constatado por la representación sobre un plano de cualquier tipo de geografía. Se incluye también en este trabajo la preocupación por nuestra materia interior, por la esencia de la que estamos hechos, y que nos convierte a cada uno de nosotros en un mundo único e irrepetible. Esta cuestión microscópica queda enlazada con el universo telescópico, que es también uno de los temas recurrentes favoritos del autor. Este trabajo está basado en la sangre y el cuerpo, y las distintas maneras de acercarse a su percepción a través de símiles como mapas y planetas.


"Planetas cercanos I"


“La figura humana siempre marca una escala concreta. Cuando no se tiene de referencia a la figura humana, cualquier escala puede sorprender. En fotografía, al acercarnos mucho a las cosas, el objetivo de la cámara se convierte en una nave espacial y nosotros en visitantes diminutos en un espacio micro, al que podemos prestar gran atención, en una especie de introspección. Podemos acercarnos de manera extrema, hasta buscar en el interior, para descubrir un universo de minimalismo, seriación y secuencialidad”.

Vicente Alemany, profesor, teórico y artista.


"Planetas cercanos II"


Joan Fontcuberta presentaba en su serie “Hemogramas” una colección de visiones fabulosas sobre la sangre, donde la escala no puede concretarse al no aparecer ninguna referencia concreta de otros elementos. De esta manera, sus “contravisiones” nos dan un toque de atención hacia lo que parece ser algo pero puede ser otra cosa distinta.


"Planetas cercanos III"


Con relación al mundo de los mapas y la piel, el artista de Costa Rica Javier Calvo ha realizado diversas intervenciones, en su caso para tratar el tema de la identidad y la raza. Así por ejemplo, aparecen sobre su pecho mapas de su país, que van integrándose con el color de la piel.


"Planetas cercanos IV" ADQUIRIDO 1/10


Al margen de la sangre y la piel, el artista belga Wim Delvoye trabaja en su serie “Atlas” sobre el concepto de mapa imaginario, a través de una serie de representaciones ficticias de cartografías en las que inserta formas apenas reconocibles como partes de la geografía inventada.


"Planetas cercanos V"


El cuerpo humano posee unos límites definidos por la piel. Así, podríamos considerar que nuestro cuerpo es un elemento aislado del entorno en que vivimos, un ente estanco, aséptico y pulcro. Sin embargo, son muchas las sustancias que emanan casi constantemente de nuestro cuerpo, y otras que surgen como consecuencia de ciclos naturales, desajustes o heridas. Todos estos elementos nos recuerdan nuestra naturaleza orgánica, animal, falible y vulnerable.


"Planeta ventral"

 
Listado de diversos elementos, fluidos y secreciones, que pueden emanar del cuerpo humano, masculino y/o femenino
Ácido gástrico
Cabellos
Caspa
Cera
Dientes
Esputos
Flujo vaginal
Grasa
Lágrimas
Leche
Legañas
Líquido amniótico
Líquido preseminal
Mocos
Orina
Óvulo menstrual
Piel
Placenta
Postillas
Pus
Saliva
Sangre
Semen
Sudor
Tapón mucoso
Uñas
Uñeros


"Isla corpórea"


José Miguel García Cortés (2006) nos advierte del peligro que supone, como simbolismo corporal, todo lo que sea un desperdicio del cuerpo:

Todo aquello que hace referencia a los límites del cuerpo, que atraviesa sus fronteras (cualquiera de sus orificios), que signifique restos corporales (de piel, uñas, pelo…), que brote de él (esputos, sangre, leche, semen,…), tiene el calificativo de altamente peligroso, de impuro. (p. 37)


"Isla Perdida"
 
La sangre es el elemento que simboliza directamente el dolor, el sufrimiento, la herida, la enfermedad,… Cuando la sangre surge al exterior, algo negativo está ocurriendo.

"Mapa interior I"


André Lhote (1943) nos comenta:

El paisaje barroco es un verdadero microcosmos en el que se confunden todos los elementos. Ese resumen del universo está dotado de gravitación. Es, en torno a un centro ideal, algo así como la gran trituración primitiva, cuyos elementos parecen apenas enfriados.


"Mapa interior II"


Leonardo Da Vinci, en su “Tratado de Pintura”, aconseja al pintor mirar en los viejos muros para descubrir intrincados paisajes en miniatura, que pueden servir de base para futuras obras. De igual modo la sangre microscópica sugiere multitud de paisajes, terrenos y mapas.



En una entrevista televisiva, el fotógrafo Chema Madoz explica que “trabajar sólo con objetos es una limitación, en la medida de que se marca un campo de acción muy concreto, que se entiende o se supone en un primer golpe de vista como algo bastante limitado; pero ahí se produce un efecto curioso, casi de juntar el microcosmos y el macrocosmos, de una mirada casi como de asomarse a un microscopio y entrar en una idea de realidad o de naturaleza muchísimo más amplia de lo que se pudiera haber supuesto en un primer momento”.



"Mapa interior III"

El microcosmos que conforma la sangre que nos inunda, a una escala a la que no estamos acostumbrados a observar, a través del microscopio, nos ofrece un nuevo universo, un territorio interior, desconocido y desconcertante, de escenas imprevistas e irrepetibles. A medida que nos acercamos más y más a ese universo, las imágenes obtenidas pueden parecerse a las anteriores, pero a un nivel cada vez más aproximativo, de la misma manera que los fractales mantienen su forma al reducir su escala, en un empeño de autosimilitud. Estas imágenes, en sí mismas, o fusionadas con escenas del mundo a escala natural, crean una serie de nuevas ilusiones plásticas muy sugerentes.

"Mapa interior IV"

Omar Calabrese (1989) trata el tema de los fractales, las turbulencias, el caos y la complejidad, como ciertos elementos muy presentes en el arte y la sociedad actual:

Se entiende por “fractal” cualquier cosa cuya forma sea extremadamente irregular, extremadamente interrumpida o accidentada, cualquiera que sea la escala en que la examinamos. Los objetos fractales son muy frecuentes en la naturaleza: lo accidentado de una costa, el perfil de los copos de nieve, la forma de los cráteres de la luna, una red fluvial…
Estamos habituados a pensar en la dimensión en términos de unidad: 0 dimensión para el punto, 1 para la línea, 2 para la superficie, 3 para el volumen. En cambio, un caso de “monstruosidad” geométrica es la exigencia de dimensiones no enteras, correspondientes a fracciones. Exactamente las dimensiones fractales.
Tres son las propiedades de los objetos fractales: carácter casual, carácter gradual y carácter teragónico. Esta es precisamente la estética de los monstruos, elementos de altísima fragmentación figurativa, dotados de ritmo y repetición gradual, y cuya forma se debe al azar.

"Mapa interior V"

REFERENCIAS

Calabrese, O. (1989). La era neobarroca. Madrid, España. Cátedra.
García Cortés, J. M. (2006). Orden y caos. Barcelona, España. Anagrama.
Lhote, A. (1943). Tratado del paisaje. Buenos Aires, Argentina. Poseidón.

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